1. Llegar antes de tiempo al lugar de la entrevista para ver el ambiente de trabajo, la interacción entre los empleados y leer documentos, revistas internas, diplomas… para tener información actual de lo que sucede en la empresa.
2. Buscar en internet las últimas noticias en prensa de la empresa.
3. Buscar en LinkedIn conocidos que nos puedan referenciar a personas que trabajen en esa empresa y el nombre de nuestro entrevistador, para poder saber si tenemos algo en común con esa persona que pueda mencionarse en la entrevista para hacerla menos “fría”.
4. Estudiar nuestro CV para saber qué cosas vamos a explicar y cómo, valorando qué experiencias serán más interesantes para la empresa que está reclutando. Hacer este ejercicio releyendo el anuncio del puesto vacante.
5. Hacer una lista de competencias o habilidades que son claves para el puesto y escoger ejemplos de proyectos que hemos llevado a cabo que nos han permitido desarrollar o poner en práctica esas habilidades.
6. Vestir de forma adecuada, mejor más formal que informal.
7. Llevar documentación a la entrevista: un CV actualizado, referencias. En definitiva, cualquier cosa que pueda servir para diferenciarnos de los demás.