Creo que hay mil razones por las que celebrar. Sin embargo, hacer una celebración parece que sea algo que dé cierta vergüenza o no esté bien. Debe ser porque, en general, estamos de cuesta de enero, hay crisis, el clima político está convulso, entre otras razones.
Atendiendo a personas que buscan trabajo. Llevan meses buscando, han conseguido algunas entrevistas, pero se han olvidado de celebrar estos avances. Sólo ven lo que no funciona, y que “todavía” no tienen trabajo, sin percibir que quizás han hecho ya lo más difícil y están dando pasos importantes en la dirección adecuada.
Hace poco, en una empresa de éxito, en una reunión. Hablamos de lo que funciona y lo que no. Se pasan 5 minutos hablando de lo que funciona. Y más de dos horas hablando de lo que no funciona. No se reconoce el éxito, no se da una palmadita en la espalda, no se habla de cuánto ha contribuido cada uno a conseguir los objetivos.
Pienso que ya es hora de reconocer y celebrar. Busca una ocasión para reunirte con tu equipo y decirles que están haciendo las cosas bien. Envía un email de “buen trabajo” a aquella persona que está teniendo una aportación clave en este momento. Organiza una comida para celebrar que has conseguido un nuevo cliente. Estos gestos son muy importantes, y te permiten inyectar energía para seguir haciendo las cosas todavía mejor.
A pesar de todo, ¡siempre hay algo que celebrar!.