“¿Te importa si simplemente comparto contigo mi visión de mi situación profesional? Sólo necesito que me escuches…”.
Así empiezan muchas sesiones.
Siento que en ciertas posiciones ejecutivas las personas están muy “solas”. En un mundo donde las relaciones y las comunicaciones online están en auge, las relaciones y comunicaciones personales se quedan en un segundo plano. Además, con la presión del día a día, los ejecutivos se enfocan en “hacer” y “demostrar”, sin espacio para su propia reflexión personal.
Hay veces que, simplemente “escuchar a otro” tiene mucho valor. Cuando alguien te pide que escuches… ¿qué quiere decir?. Seguramente hace tiempo que nadie le escucha en su empresa. Quizás no hay oportunidades para hablar de una forma desestructurada, sin prisas y sin un problema concreto que resolver. También podría ser que no sea habitual hablar de temas profundos… o temas menos vinculados a la toma de decisiones diaria.
¿Qué pasaría, si generaras espacios para hablar de una forma distendida en tus equipos? ¿Qué pasaría si uno de tus aliados, fuera el Director de otro departamento y tuvieras una relación de complicidad con él?
Tener una visión externa a la situación, a la empresa, con una mirada fresca a la situación es siempre muy valiosa.
Además de esto, ¿hay algo que puedas hacer en tu empresa para generar estas relaciones de confianza?.
Maite, buena REFLEXION ya que has dado en la CLAVE. Nuestro día a día nos tiene tan absorbidos que no nos PARAMOS a ESCUCHAR, no le dedicamos el tiempo necesario a entender las NECESIDADES de las PERSONAS que nos rodean, que nos quieren decir, por qué necesitan que les escuchemos.
En mis REFLEXIONES sobre como GESTIONAR el CAPITAL HUMANO, hago mucho incapie en ahondar en NUESTROS PROPIOS PENSAMIENTOS, dedicar tiempo a visionar NUESTRAS PROPIAS NECESIDADES mas allá de nuestro “hacer” y “demostrar”, como bien comentas, y a partir de ahí entender las NECESIDADES de los que nos RODEAN y como poder AYUDAR en la GESTION de sus NECESIDADES. Un abrazo y buen fin de semana.