Tengo mucho que decir de la generación ni-ni, con esto me refiero a los jóvenes licenciados de hoy (veinte y pico normalmente…).
En la generación ni-ni he visto de todo. He visto auténticas “perlas” y lo que yo llamo perlitas, que también las hay. Nos han hecho creer que todos son iguales, ni-ni… no hacen nada, se quejan, todo el día en el chat, pasan de todo, no quieren responsabilidades … pero pienso que no es así.
Voy a empezar por las perlas. He entrevistado a varios. He tenido alguna sesión de semi-coaching con otros. Van a lo suyo. Una vez, después de saludarme con un “choca esos cinco” (ya me entendéis, con la mano vertical en vez de horizontal), en la entrevista me comentó que “estaba muy bien preparado y que necesitaba saber qué haría exactamente porque según qué no podía hacer”… (Y yo alucinando!!, creo que el “give me five” me había dejado tan descolocada que ya no pude concentrarme en nada más). Más ejemplos. Persona que hace prácticas en temas de informática. Le comento que tengo un blog: sabe qué es un blog (bieeeen!) y luego, le digo que para su trabajo puede mirar en Flickr… y me pregunta qué es eso!!! Pero bueno…. y tú, jovenzuelo, qué haces en tu tiempo libre? Juegas al dominó con tu abuelo???? (Yo no entiendo nada). Otro ejemplo, las respuestas a la pregunta (que me encanta hacer)… y tus veranos de la carrera, ¿qué hiciste? Y las respuestas, sin desperdicio… “eeehhhh pues….. nada”. “Ah no? Y eso?” “Es que estaba taaan cansado de estudiar, que me merecía un descanso!” Pues nada, tú sigue descansando… En fin.
Sigo con las perlitas. Ay, qué alegría me dan. Hay mucha gente joven MUY buena. Gente con buenos valores, con ganas de trabajar y demostrar. Gente humilde, que se deja aconsejar. Gente que quiere saber de tu empresa y de tu puesto, que empiezan su carrera profesional con ilusión. Quieren gustar. Se apuntan a créditos de libre elección para poder hacer prácticas en su empresa soñada, porque saben que es más fácil acceder con una práctica que con un contrato. Llegan antes de la hora. Siempre se quedan más. Te hacen preguntas, tienen ansia de saber del mundo profesional.
En la generación ni-ni, los hay que ni se enteran, ni quieren enterarse. Los hay que me motivan y me dan esperanza para el futuro de este país.
Menos mal!