Supongo que tienes claro que tienes que querer a tu jefe. Por si no sabes bien “cómo”, a continuación te doy algunos consejos:
TU JEFE: 8 CONSEJOS DE BUENAS PRÁCTICAS
- Cuando tu jefe te envíe un email, que sea éste el primero en contestar. Póntelo en otro color, no te olvides. No hay nada peor que dar la imagen que “tu jefe no es importante”.
- Cuando veas a tu jefe apurado, con mucho trabajo, ofrécele ayuda. Ofrécete a acabar tú algún proyecto, a terminar la presentación, a llamar a proveedores… lo que sea. Que no esté agobiado. Échale una mano!
- Cuando alguien hable mal de tu jefe, defiéndelo. Al final, su imagen es tu imagen. Si la gente piensa que él es mal profesional, pensará que “tu departamento es poco profesional”. No tengas problema en salir a la defensa de tu jefe a capa y espada.
- Si alguno de sus pares intenta puentearlo, di siempre que esto lo tienen que hablar primero con él. No hagas nada a sus espaldas: a la larga, puede ser contraproducente!
- Si el director general le busca y no le encuentra, dale una buena excusa. Que está en una reunión muy importante fuera de la oficina, que ha salido un momento al baño… ¡no le digas que está tomando un café! (aunque sea cierto). Tener un jefe que da una imagen pésima no ayuda… y tú directamente dependes de él.
- Si él no te lo pide, propón tú reuniones de seguimiento, como mínimo quincenales. Necesitas tener la oportunidad de “venderte”. Necesitas contarle cómo vas y dónde tienes dificultades. Si él no lo impulsa, da igual, seguro que valorará muy positivamente tu iniciativa. (Te recomiendo mi artículo titulado…”Hormiguitas, a vender!”)
- Cuando tu jefe te dé feedback, apunta bien lo que te dice. Las cosas que le gustan… repítelas! Las cosas que no valora, déjalas de hacer. Estás ahí para “gustarle”.
- Por último, genera “buen rollo“. Invítale a un café, de vez en cuando cuéntale algo anecdótico, algo personal… invítale a saber algo más de ti que puramente profesional.
Recuerda cuando pienses en estas cosas que tu jefe es quien decide tu sueldo, tu incremento salarial, tu bonus, tus beneficios, tus proyectos, la visibilidad que vas a conseguir en la empresa… y, lo más importante, tu progresión profesional!
Él puede hacer que las cosas te vayan bien.
O que te vayan mal….
¡TÚ decides!
Me ha gustado este post, viene a decir aquello de “no te preguntes lo que tu jefe puede hacer por tí, pregúntate qué puedes hacer tú por tu jefe”. En esencia, tratarle como queremos ser tratados por el, y por nuestros subordinados si los tenemos, es decir, nuestra manera de tratar al jefe también es vista como un modelo a seguir por nuestros colaboradores, que tenderán a seguir este ejemplo en lo bueno y en lo malo: si nosotros ponemos “a caldo ” a nuestro jefe en una reunión con nuestro propio equipo, ¿debemos esperar que ellos no hagan lo mismo respecto a nosotros cuando hablen con sus colegas o con sus propios colaboradores?. La cuestión de fondo con la que quizás discrepo es el “para qué” actuar así. Podemos elegir entre hacerlo por un fin basado en el beneficio personal (mencionas sueldo, incremento salarial, bonus, beneficios, proyectos, visibilidad, progresión…) pero también podemos hacerlo por lealtad, por respeto, por espíritu de colaboración, por afán de servicio, en resumen, por valores, precisamente aquellos que a todos nos gustaría que también rigieran los comportamientos de los demás hacia nosotros, y que, quizás estemos de acuerdo, a todos nos iria mejor si en los centros de trabajo rigieran más que la búsqueda del beneficio material y personal. Gracias Maite.
Tienes mucha razón Pilar. Lo he enfocado desde el punto de vista más “mercantilista” si quieres. Pero era más bien para ilustrar “lo obvio”. Es decir: no llevarte bien con tu jefe tiene pésimas consecuencias para ti… empezando por lo obvio que he comentado en mi posting de hoy.
De todas formas, totalmente de acuerdo: hay algo más. Hay los valores que comentas. Está el tema de la integridad profesional. Es cierto, gracias por traerlo también a mi blog!
Qué importante es tener en nuestra vida un buen jefe!!!! Cuando he leido tus consejos para “querer al jefe”, he recordado a una jefa maravillosa a la que escuchaba, defendía, me encantaba reunirme con ella y aprender seguía sus pasos a ciegas, anotaba sus feedback y me repetía a mi misma una y otra vez lo que tenía que hacer y lo que no tenía que hacer. Aún admirando a mi jefa, me cambie de empresa, buscando (como no!!!) una mejora profesional y ¡¡¡¡¡economica!!!. Grave error. Lo que me encontré, fue horrible, un jefe que no me respetaba ni personal ni profesionalmente, maldita la hora en que solo pensé en el aumento de salario!!!!! Gracias a Dios, mi ex-jefa es ahora una de mis mejores amigas y uno de mis mayores apoyos.
Por supuesto que hay que querer al jefe!!!! hay que cuidar y mimar a los buenos jefes….qué desafortunadamente no hay muchos!!!!
Gracias Eva B por tu comentario. Es cierto, a veces no nos damos cuenta de lo que tenemos… a veces tenemos algo muy bueno y valioso entre manos y no lo apreciamos suficiente… te animo a leer mi otro posting: “Si te llama Angelina, ¿dejas a tu mujer?” – sirve un poco para ilustrar lo que te digo… Suerte!
Me ha gustado llegar a este blog… Desde twitter, a través de uno al que sigo. Era como ir de excursión e ir haciendo un ramillete, pero eligiendo las mejores flores del camino…y he llegado aquí.
Y me ha llamado la atención esta entrada tuya, que puede aplicarse a cualquier relación entre personas incluso a los que somos nuestros propios jefes. Me ha gustado, y su aplicacion a mi vida también, como profesional autónoma, madre,esposa, componente de equipo profesional….sí, me ha gustado todo menos el título, porque marca esa jerarquía incomoda que,aunque necesaria en el mundo laboral es bastante unidireccional …yo escribiría ¿os quereis tu jefe y tú? No soy de tu mundo profesional, es pura intuición lo mío, disculpa si no me has entendido!
Gracias Chus! Sí, pero lo he puesto así para que el título invite a leer…. y lo de “jefe” es quizás algo anticuado, estoy de acuerdo. Pero “jefe” es una palabra que quiere decir muchas cosas. “Manager” suena mejor pero quizás no tan explícito para titular un posting… ¿no crees?
Yo soy Jefe. Y particularmente aprecio una mayor sinceridad. Creo que el “hacer la pelota” debe descartarse como modelo de conducta a seguir. Por supuesto que no me apetce que me insulten en público, se trata de que prefiero que aquello que no haga bien me lo pueda indicar mi colaborador más inmediato, sin que ello suponga temor a represalia. Yo por mi parte prefiero tratar bien a mis colaboradores y ganarme su aprecio.
Alberto, eres un gran “jefe”!!! Claro, te felicito. Así es como se tiene que comportar un jefe… ganándose el respeto y haciendo que la gente lo quiera por lo que es. De todas formas, este artículo no va de hacer la pelota. Va de saber lo importante que es tu jefe y que debes defenderlo, porque al final… eso también te repercute a ti. Si quieres, está visto de la manera más “fría” posible, pero lo que pretendía es invitar a la reflexión. Gracias por tu comentario!