Una de las habilidades clave que son importantes cuando estás buscando trabajo en la forma “tradicional” (enviando CVs) es la de saber “adaptar” tu CV a la oferta a la que estás aplicando. Es impresionante ver cómo la gran mayoría de candidatos NO adaptan su CV. Generalmente, todos se preocupan de tener el mejor CV… pero… ¿para qué puesto?
No inviertas tiempo en tener un CV “perfecto”, que sirva para todo. Enfócate en invertir un par de horas en entender el puesto para el que aplicas y adaptar tu CV para ese puesto en concreto.
Para adaptar (o “maquillar”) el CV necesitas primero entender bien el puesto de trabajo para el que te presentas. Preócupate por hacer una lista de lo que crees que valoran en el puesto… es muy fácil obtener la información de la oferta publicada. Generalmente se dice “requisitos” o “competencias”. Cuando tengas esa lista, destaca esas competencias o experiencias de tu pasado profesional que están relacionadas con lo que se pide. Intenta que no se te olvide ninguna. “Parafrasea” tu experiencia para que se parezca a lo que están buscando.
Recuerda que el responsable de selección, que también realiza la criba curricular, NO es experto en todo. Por tanto, solamente buscará en tu experiencia aquellas palabras clave que sabe que son importantes para el puesto. Asegúrate que están en tu CV!
Por otro lado, piensa en el tipo de empresa que es. ¿Qué cosas valorarán en tu CV? Quizás necesitas destacar alguna experiencia más relacionada con ese sector / producto… si es así, dale un lugar apropiado a esa experiencia, para que se pueda ver a simple vista. Esto también es válido para información adicional que puede ser relevante… por ejemplo, si eres un gran deportista y estás aplicando a Nike deberías destacar tus actividades “extralaborales” en tu CV. Piensa en ello.
Invierte un tiempo en “maquillar” tu CV para cada puesto. Recuerda que llegar a la entrevista es tu objetivo. Sólo el 10% de candidatos son entrevistados…