Hoy me ha pasado algo inaudito. Eran las 7 y pico de la mañana y he encontrado una persona que ya llevaba la sonrisa puesta. No es muy habitual, me ha llamado la atención. Hablo de la señora que limpia mi oficina por las mañanas. Naturalmente, no es española, es de Perú. Nunca la había visto: es la mano invisible que hace que mi despacho siempre tenga buen aspecto cuando llego.
Quería entender un poco más de su vida profesional y le he hecho algunas preguntas. Me cuenta que empieza a trabajar a las 4 de la mañana. No me ha dicho cuándo se levanta, pero seguro que a las 3 y pico. Y trabaja hasta las 8 de la mañana en mi empresa, porque tiene que ir a casa para arreglar y dar el desayuno a su hija que va al cole. La lleva al cole, y vuelve a trabajar. Ahora en un bar, hasta las 5 de la tarde. Sale corriendo para recogerla. Y va para casa a darle la merienda, jugar con ella, bañarla y darle la cena. Además, me cuenta, tiene otra hija. Es mucho mayor y quiere estudiar derecho internacional.
Me cuenta que está feliz de estar aquí, un país con tantas oportunidades. Se siente orgullosa de que su hija pueda “estudiar”. Me dice que ella trabaja “para eso”.
Y ya está. Es la sencillez de la felicidad profesional.
Me encanta este artículo. Los hechos son tan simples que cuesta comprenderlos. ¿Como C… puede sonreir uno a esa hora de la mañana cuando ya lleva 3h limpiando? Es todo cuestión de objetivos. La sonrisa de las 7.30h de la mañana no se pregunta si lo que hace le gusta o no, sólo si eso le permitirá dar el desayuno o la merienda a sus hijo/as y verlas a esas horas. Tal vez si todos tuviésemos tan claro qué queremos de esta vida nos sería más fácil sonreir.
🙂 Gracias Nuria. Sí, es increíble. A mí también me pareció increíble… pero es bueno de vez en cuando encontrarte a personas así porque te hacen valorar muchas cosas y ver la vida profesional desde otra perspectiva!
Gracias Maite, tu post nos ayuda a recordar que a menudo no valoramos lo mucho que tenemos, y que el mero hecho de despertar en una casa cálida, besar a nuestros hijos e irnos a trabajar es un privilegio que no todos pueden disfrutar. A menudo solo nos damos cuenta de lo que tenemos a nuestro alcance a diario cuando lo perdemos (salud, trabajo, un ser querido,…). El ejemplo de esta persona es maravilloso, y ha sido un acierto por tu parte traérnoslo.
Me alegro que te haya gustado. A mí también me hizo reflexionar encontrarme a esta persona (la historia es 100% verdad…!). También es bueno de vez en cuando cambiar la perspectiva de las cosas…!