El tiempo de Navidad suele ser tiempo de reflexiones. Aprovechando estos días, he leído algún libro interesante al respecto, sobre todo en lo referente a “emociones”. Pienso que, en general, el tema emocional es complicado. Es complicado “sentir” pero todavía es más complicado expresar con palabras “lo que se siente”. Estos días de Fiestas, de familia… son días de “sentir”. Sentir por los que no están, sentir la felicidad de compartir buenos momentos y… para muchos, el sentir que no es un momento fácil. Seguro que muchos de mis lectores se enfrentan a un momento de cambio, han perdido su trabajo o lo están a punto de perder… otros quizás se plantean si éste es un buen momento para iniciar una nueva etapa profesional, en el extranjero.
En estos momentos, sugiero hacer un balance emocional. Seguro que tenemos cosas “pendientes emocionalmente”. Temas que nos duelen. Temas que nos impiden avanzar, temas que necesitan de nuestra atención para tratarlos con cariño y liberarnos de lastres emocionales anteriores. Tengo varios testimonios de personas atormentadas por un jefe que “no les quiso”, empresas que les dieron la espalda, problemas familiares… os invito a enumerar esos temas que más daño hacen.
Y, a continuación, vincular cada una de esas experiencias “desagradables” a un buen momento vivido en ese mismo entorno. Por ejemplo, si un jefe os dejó una huella negativa, pensad en algo positivo que os haya ocurrido con él. Si una empresa ha prescindido de vosotros, buscad un recuerdo positivo.
Es muy bonito ver el poder de las emociones. Simplemente con añadir esta vinculación, emociones negativas se convertirán en positivas…
Un buen ejercicio para estos días…!
Feliz 2013!
