Conozco muchas personas que han sido tocadas, tocadas, tocadas, … tantas veces que, finalmente, “se han hundido”. Evidentemente, hablo de la motivación en el entorno laboral.
Llegas al nuevo puesto con la motivación a tope. Empiezas a hacer cosas, te entregas al máximo. De hecho, todo te sale bien. Gracias a las ganas que le pones. Vas cumpliendo objetivos. Consigues un nuevo cliente, aquél que ya habían descartado porque era imposible. Superas en un 200% tus objetivos. Silencio. Un día envías un email. Te olvidas poner a tu jefe en copia. Un segundo después tu jefe se entera. Te llama a su despacho. Te cae la gran bronca…
Tocado!
Otro día, te asigna otro proyecto. Te olvidas del tema anterior… “igual tenía un mal día, en el fondo es buen jefe porque, mira, qué (pedazo de) proyecto me ha asignado”. Empiezas a trabajar. Eres como mi amigo, el de la consultora que vendía proyectos. Te pasas días y días casi sin dormir, preparando algo. Se lo enseñas a tu jefe y te dice… “mira, este tema, lo vamos a dejar, pienso que ahora no es una prioridad”…
…Tocado!
No pasa nada. Respiremos hondo. Son las cosas del trabajo. No iba a ser todo un camino de rosas… Te asignan otro proyecto. Este ya es aspiracional. Te venden la moto que van a por ello. Te dejas las pestañas (y huellas dactilares, de tanto teclear). Te desgastas. Hablas con mucha gente. Los involucras en el proyecto. Lo tienes listo. Te llama tu jefe. Le han dicho que el proyecto no se va a hacer. Pero… “por qué?” – preguntas…
Y tu jefe te responde: “Mira…. la verdad es que no lo sé. Ni lo sé, ni me importa”.
… Tocado, tocado, tocado y…. hundido!!
felicidades de nuevo, post brillante y totalmente definitorio de un estilo que se ha convertido en habitual.
porque los polvos de 12-15 años de recuperación y inimaginable bonanza, de crecimiento salvaje a todos los niveles, nos dan estos lodos….
porquè cualquier “poco-útil” era capaz de hacer dinero, porquè todo funcionaba, desde el del restaurante, el de los coches, el de los pisos, el sastre,….hasta el promotor de pisos pero también al constructor de carreteras, de puentes, de Metros…. a todos les funcionaba, todos crecían un 15% sin pensar que el mercado lo hacía un 25%, con lo que realmente perdían un 10%….
cuanto aprendiz de empresario llegaba con sus 40 años a 1993, encaraba la crisis post-olímpica, y ale, a ganar dinero a mansalva gracias a la abundancia financiera, sin aprender nada…
han caido personas que iban en helicòptero a sus fábricas, empresarios del ladrillo que en 22 años de historia habían llegado a tener dos oficinas, y que en los 8 siguientes pasaron a 20, seis de ellas en paises europeos….expertos empresarios “familiares” que crecían y crecían, sin saber por què ni còmo…
y luego dicen que somos poco productivos, no me extraña, a muchísimos empresarios la frase “un trabajador feliz rinde más” les da mucha risa…
un abrazo
Gracias Ricardo! Pues sí… pero quedan muchos de éstos. Y llegas con toda la ilusión a la empresa y después de varias como las que explico en el post, tu motivación ya está a cero. Y sí, seguramente podrías rendir más pero te preguntas “para qué” y si de verdad merece la pena… !! En fin… falta mucho coaching a grandes directivos! Pero claro, para eso, hay que tener la voluntad y la capacidad de autocrítica que muchas veces brilla por su ausencia…