Últimamente recibo llamadas de amigos y compañeros que se sienten “estresados” y agobiados. Por algún motivo, “todo” les hace pensar que tienen que cambiar de trabajo. Pero, cuando se ponen a ello, tienen sentimientos de culpabilidad. Ven la situación, miran a su alrededor… y todo son noticias desalentadoras. ¿Será el momento adecuado? ¿Y si me equivoco? ¿Y si ahora no es el momento? ¿Y si… mejor “malo conocido” que bueno por conocer?
Tengo un coachee en fase avanzada en un proceso de selección. Este proceso implica cambios radicales de vida. Mudanza. Nuevos amigos. Nueva ciudad. Nuevas responsabilidades… adaptarse a un ritmo nuevo. Además, para más inri, su sensación es que no ha explotado bien todas sus posibilidades. Debido a la “crisis”, cualquier cosa que sale “merece la pena” considerar en serio. Aunque implique un cambio de vida. Aunque implique dejar atrás un sueño…
Mi reflexión hoy es que, en estos momentos, igual que en cualquier otro, merece la pena pensar en ti. ¿Qué es lo que te gusta hacer? ¿Para qué estás aquí? Este nuevo puesto que estás a punto de coger (o considerar), ¿te acerca o te separa de lo que más quieres?…
Si la oportunidad es buena, sea donde sea, adelante. Si la realidad es que llevas meses y meses buscando, haciendo networking, contactando headhunters… con un discurso claro, trabajando duro en “buscar trabajo”, también, adelante!. Ahora bien, si tienes cualquier duda… si piensas que quizás “no has hecho todo el trabajo que deberías”, si piensas que todavía te faltan puertas que llamar que sí van en el camino adecuado… cuidado. ¡La vida (también profesional) es corta!
Que enviar CVs al tun tun es como jugar con fuego… (el link os llevará a mi post de hace algún tiempo…) y… quizás todavía se puede escoger…
Leetelo. Son 2 min y te ira bien especialmente hoy.