Hoy de nuevo, vuelvo a reflexionar sobre la posibilidad de irse a trabajar al extranjero. Resulta que he hablado con un buen amigo mío que me ha contado su historia…
Este amigo es arquitecto. Había estudiado arquitectura superior y se la había sacado con muy buenas notas. Los últimos años, debido a sus diseños “originales”, había conseguido becas en dos de los mejores estudios de arquitectura de Madrid. Se codeaba con los grandes, ganaban proyectos en todo el mundo. Estaba feliz, sabía y le decían que él valía mucho, que era una joven promesa de la arquitectura.
Acabó la carrera y … 6 meses después el estudio donde todavía seguía de becario, cerró. Se quedó en la calle, sin paro, sin trabajo y sin nada que hacer…. Su autoestima empezó a bajar. Envió muchos CVs, se presentó a ofertas, habló con personas interesantes… pero nada. Le decían que no tenían nada para él. Su autoestima bajó todavía más. Ocho meses que parecieron una eternidad… hasta que por fin, decidió cambiar de estrategia.
Envió su historial, a Londres, Shanghai y Sao Paulo. En total, 15 cartas a empresas seleccionadas. Consiguió ocho entrevistas. Después de esto, cinco reuniones presenciales en distintos países. Y… después de poco tiempo, consiguió trabajo. Un trabajo donde se le valoraba como profesional y donde se le reconocía todo el esfuerzo hecho hasta entonces.
¿Cómo te sentirías con un trabajo ilusionante, motivador? ¿Dónde están tus límites territoriales? ¿Te estás limitando TÚ o te están limitando (otros)? ¿Cómo influyes TÚ en tus posibilidades ante el mundo? ¿Dónde están tus barreras?
Te animo a pensarlo.
Hola Maite:
Si por estar 6 meses de becario y por escribir a varios destinos encontró el trabajo fácilmente es que tiene una suerte excepcional, a pesar de la buenas notas, pues yo “desgraciadamente” también las tengo. O es que está bien recomendado. Bueno, ya dices que tú eres su amiga.
Es mi comentario particular. Yo después de algunos meses de carrera terminada recibí un premio de investigación al lado de un veterano científico del CSIC y he enviado CV a todas las partes del globo. De momento únicamente se ha interesado una empresa de la rep. Checa y en ello estamos, porque aquí es “morirse de asco”, literalmente.
Y sigo en mi casa y con más experiencia profesional que tu amigo, pues he dirigido grupos de hasta 20 personas, tenido puestos con cargo, etc. y siendo ingeniero industrial que, teóricamente tiene abiertas muchas más salidas profesionales.
Hay gente que debe nacer con suerte o estar con las personas adecuadas en el momento justo. ¡Qué se va a hacer!
Esto es como “Españoles en el mundo”. Por cada persona que triunfa, hay 10 que se tienen que volver literalmente “con el rabo entre las piernas”. Yo ya conozco uno y con conocimientos de alemán…
No todo es tan fácil, Maite.
Un cordial saludo,