Os dejo con una historia real que os invita a la reflexión en vuestro rol como managers, en la gestión de vuestros equipos, la gestión de las expectativas y su seguimiento…
Juan viene a la sesión desesperado.
Me cuenta que “hay personas de su equipo que no funcionan. Y ya no sé qué hacer. Ya le he dado varios ultimatums y no hay manera que Silvia reaccione. Le he dicho que espero que sea proactiva, que me proponga temas pero nada, se dedica exclusivamente de hacer lo que se le pide, “apagar fuegos” y nada más”.
“El otro día ya fue el summum… en una reunión, le preguntamos por el status de “su” proyecto. Un proyecto del que ella es la máxima responsable. Yo tenía grandes expectativas sobre ella… y pensé: “qué bien que le pregunten, es su oportunidad para lucirse”. No fue así. Me vi mirando al suelo con desespero. Ante las preguntas de los distintos responsables de otros departamentos no fue capaz de explicar nada nuevo del proyecto. Sólo dijo que sí, que sabía que era importante, pero que no había tenido tiempo de dedicarse, porque tenía otros temas que le habían requerido su atención. “Qué pena”, pensé. Otra oportunidad de oro perdida con Silvia. Una decepción más. Qué desastre. Veo que esto no tiene salida, no hay nada que hacer…”
Acabando esta reflexión, tenemos esta conversación:
Maite: ¿Y tú, Juan, desde que le encargaste este proyecto tan importante a Silvia hace seis meses, cuántas veces te has interesado por el proyecto?
Juan: ¿Interesado? Muchísimo, claro. Este proyecto es importante, ¿es que lo ve ella? ¡Es evidente!.
Maite: Me refiero, Juan a cuántas veces le has preguntado a Silvia por el proyecto estos últimos seis meses.
Juan: Ninguna.
Y os dejo con algunas fotos de la presentación de #reinventatucarreraen100dias en Madrid y Barcelona. Gracias a los que me pudísteis acompañar esos días tan especiales! Gracias a los más de 500.000 lectores de www.coachingvirtual.net!